Receta costillas barbacoa. ¡Mejor que en Foster Hollywood!

En primer lugar, debemos cortar el costillar en dos mitades para poder introducirlo en un bol y poder sazonarlo posteriormente. Recomiendo eliminar la membrana que esta pegada al hueso de las costillas, ya que queda chiclosa, para mi gusto. Puedes pedirle a tu carnicero de confianza que te la quite o eliminarla agarrándola con un papel de cocina y estirando poco a poco.

Cos nuestras costillas preparadas procederemos a sazonarlas. Es un sazonado sencillo que les dará un potente sabor:

– Comenzamos con un chorro de salsa inglesa (salsa worcestershire) y un chorrito de vinagre blanco por ambas caras que a parte de aportar sabor facilitara que se adhieran las especias.

– Añadimos una pizca de sal, una pizca de pimienta negra recién molida, una pizca de ajo en polvo, una pizca de cebolla en polvo, una pizca de orégano y un poco de pimentón dulce ahumado o paprika.

Una vez añadidos todos los ingredientes, masajeamos las costillas para dejar bien impregnados cada uno de los ingredientes y dejamos reposar en la nevera, tapadas con papel film durante al menos una hora o durante toda la noche para conseguir un sabor mas potente.

Una vez trascurrido el tiempo, sacaremos nuestras costillas de la nevera y las envolveremos en papel de aluminio. Con esto conseguiremos que se cocinen sin tostarse demasiado.

Con el costillar envuelto, procederemos a introducirlas en el horno a 150/160º celsius (302/320º farenheit) durante una hora y media con la parte de la carne pegada a la rejilla y calor por arriba y abajo (con opción de ventilador si nuestro horno dispone de esta).

También, debemos colocar una bandeja debajo de las costillas con agua y un chorrito de vinagre blanco. Con esto conseguiremos un efecto de “ahumador” con la humedad y la cocción a baja temperatura durante un largo tiempo.

Una vez haya transcurrido la hora y media, sacaremos las costillas y les añadiremos una capa de salsa barbacoa por cada lado (a mi me gusta mucho esta: sweet baby ray’s Honey Barbecue Sauce) y las introduciremos en el horno durante otras hora y media, así conseguiremos que queden tiernas y el hueso se desprenda de la carne. Añadiremos agua a la bandeja si vemos que se ha consumido.

Con el tiempo de horneado transcurrido, sacamos nuestras costillas y las bañamos con una generosa capa de salsa barbacoa. Con el papel de aluminio que hemos utilizado para el horneado, haremos una especie de contenedores doblando los bordes, para que se mantengan húmedas en el siguiente paso y evitar que se sequen.

Con los contenedores de papel de aluminio creados, procederemos a meterlas en el horno con la parte de la carne hacia arriba con la función grill a 220º Celsius (428º Fahrenheit) y las tendremos glaseando durante 5 o 10 minutos, tendremos que estar pendientes para sacarlas al punto que nos gusten.

Con el tiempo de glaseado transcurrido tenemos listas nuestras costillas. Tendrán un bonito color brillante por la parte exterior y estarán muy jugosas por la parte interna.

Las dejamos reposar 5 minutos para que se distribuyan los jugos en su interior y las bañaremos con el liquido que quedo en los contenedores de papel de aluminio para darles mayor humedad.

Comprobaremos como los huesos se desprenden de la carne con mucha facilidad y podremos disfrutar de unas costillas de restaurante en casa.

¡Buen provecho!