Pizza de pollo con pimientos: el secreto italiano

En primer lugar, procederemos a limpiar el pimiento verde. Eliminaremos el pedúnculo, las venas y las semillas, una vez hecho esto lo cortamos en tiras finas. Después quitaremos la piel a la cebolla, eliminaremos la raíz y la cortaremos en juliana. Finalmente, cortaremos nuestro contramuslo de pollo en pedazos de bocado.

Colocamos una sarten pequeña a fuego medio y añadimos un chorrito de aceite. Cuando este caliente añadiremos nuestros vegetales con un poco de sal. Los cocinaremos ligeramente, ya que se terminaran en el horno.

En primer lugar, sazonamos nuestro pollo con un chorrito de aceite, una pizca de sal, una pizca de orégano, una pizca de tomillo y una pizca de romero. Con nuestro pollo sazonado, procederemos a cocinarlo ligeramente a fuego medio. Al igual que los vegetales lo cocinaremos ligeramente, ya que terminara de cocinarse en el horno.

Con los ingredientes listos, procederemos a montar nuestra pizza. En primer lugar, cogemos una masa de pizza y le damos la forma que mas nos guste. Añadiremos un poco de salsa de pizza de nuestra preferencia y la extenderemos por toda la superficie de la masa, dejando los bordes sin salsa ya que, la masa se hinchara.

Con la salsa extendida sobre la base, procederemos a añadir una generosa cantidad de queso mozzarella a nuestra pizza, unos 75 gramos aproximadamente. Lo extenderemos uniformemente sobre la base. Con el queso extendido, colocamos el pimiento y la cebolla por toda la superficie de la pizza.

Con los vegetales y el queso bien repartidos por la superficie de la pizza, procederemos a añadir el pollo que previamente habíamos preparado. Lo extendemos uniformemente por toda la pizza.

A continuación, añadiremos los 150 gramos de mozzarella a toda la base y unos 30 gramos de queso parmesano por encima. Intentaremos repartir uniformemente los quesos para que toda la pizza quede bien cubierta.

Con la pizza lista, la meteremos en el horno, previamente precalentado a 220º Celsius (428º Fahrenheit) con calor por arriba y por abajo, y con ventilador si nuestro horno dispone de el. Dejaremos que la pizza se cocine entre 8 y 10 minutos, dependiendo de nuestro horno.

Una vez haya transcurrido el tiempo de horneado, sacamos nuestra pizza del horno. Si vemos que el queso no se ha gratinado adecuadamente la dejaremos unos minutos mas.

Únicamente nos queda dividir la pizza en pedazos y disfrutar de nuestra deliciosa receta.

¡Buen provecho!